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La otra crisis sanitaria

Fundación La Casa Común

Por Luz Leiva, pasante de La Casa Común


La mayoría está al tanto de la pandemia actual que estamos sufriendo, el COVID-19, adjuntaría cifras, pero ya no se puede confiar en un Gobierno que oculta información y que considera que la muerte es una recuperación, pero ¿qué pasa con la otra crisis sanitaria? ¿qué pasa con las personas que viven con VIH en Chile?


Empecemos por el primer punto, la prevención. El año 2019, el Ministerio de Salud sacó una campaña de prevención dirigida a “grupos de riesgo”, como si hubiera un tipo determinado de ser humano en donde es más probable que se le transmita el virus. Les faltó decir “esta campaña es para los gays, las putas, los pobres, los drogadictos y los inmigrantes porque a nosotros no nos pasa eso”. No olvidemos el funeral de Bernardino Piñera, donde los empleados “no cuentan”. Pero la realidad es que no hay grupos de riesgo sino que conductas de riesgo. No es sorpresa que en el informe de ONUSIDA del año 2019 muestra que 71.000 personas viven con VIH en Chile (4.000 más que el año 2017), sólo 61.660 han sido diagnosticadas y, pese a tener el mejor sistema de salud de la galaxia, solo 45.140 de esas personas reciben tratamiento. En caso de que tenga el mismo nivel de empatía que el gobierno de turno o simplemente haya sido víctima de campañas de prevención desinformadas, desactualizadas y que siguen perpetuando estereotipos, les explicaré por qué esto es malo: aquellas personas seropositivas que no obtienen tratamiento pueden llegar a desarrollar el sida, lo cual es más complicado de tratar y puede llegar a ser mortal. Porque el VIH no discrimina (a diferencia de nosotrxs), cualquiera de nuestro barrio, nuestro grupo de amigxs y familia puede llegar a transmitirlo, incluso nosotrxs mismxs y si, incluso los Chadwick Piñera.


El estudio europeo de la profesora Alison Rodger, muestra que al estar en tratamiento por un determinado tiempo se puede llegar a ser indetectable, es decir, se suprime la carga viral del VIH. Cuando esto sucede ocurre la intransmisibilidad, o sea que cuando una persona viviendo con VIH llega a ser indetectable, no puede transmitir el virus a otra persona. Información importante y crucial para la prevención que no ha sido correctamente difundida por autoridades, para variar.


Ahora vamos con el segundo y último punto, el tratamiento. Según el ministerio de salud, existe stock de medicamentos para pacientes con VIH pero lo que no dicen es que este stock está siendo limitado, entregando solo 10 dosis en vez de 30, rompiendo el decreto ministerial y recomendaciones de ONUSIDA, haciendo que aquellos que lo necesiten tengan que exponerse al COVID-19 más seguido para poder continuar con su tratamiento. ¿Hasta cuándo seguirán las vulneraciones? ¿hasta cuándo tenemos que soportar las estrategias improvisadas de este Gobierno?


 
 
 

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