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La renovación de la izquierda

  • Eugenio Rivera Urrutia
  • 18 jun
  • 2 Min. de lectura

Vicente Espinoza, doctor en Sociología

Eugenio Rivera Urrutia, director ejecutivo Casa Común

 

En su artículo “La farsa renovación del gobierno de Boric”, Mauro Basaure compara la renovación socialista de los 80 con la  de la izquierda que impulsa el actual gobierno. Califica la primera como lenta, sobria, y consciente de que gobernar exige pactar con el sentido común. La segunda, en cambio, sería una farsa. A su juicio, después de mucho aspaviento, Boric habría vuelto al punto de origen: el sentido común socialdemócrata, pero no haynada que celebrarle, ni nada que haya hecho que no hubiera podido hacer la Nueva Mayoría.

La renovación socialista desarrolló la intuición del Presidente Allende de que su gobierno no era solamente una vía distinta al socialismo, sino que también apuntaba a un modelo diferente al comprometerse con el Estado de derecho, el pluralismo y la alternancia democrática. Una vez en el gobierno de la Concertación, el socialismo renovado centró su atención en la política social y, pese a reformas económicas significativas, no levantó una alternativa al neoliberalismo.

En la  década de 2010, la nueva generación política, de líderes y votantes que confluyó en el FA revirtió la tendencia a la desafección política, que la Concertación y la derecha alentaron con el voto voluntario. Durante los “30 años”, la generación de los 60, incluidos los renovados, habían bloqueado a los líderes más jóvenes, acaparando las posiciones de poder. No es de extrañar, entonces, que el actual FA fuese tan crítico con los líderes políticos más viejos.

Aunque el FA no ha hecho una reflexión profunda sobre la derrota en el plebiscito –el último mensaje presidencial es un punto de partida- tuvo claridad para no hacer un gobierno de minoría, como lo hizo Allende (esperando alcanzar una mayoría a medida que implementara el programa de gobierno), autocrítica que es una de las claves de la renovación socialista. Es igualmente cierto que el socialismo tampoco ha hecho un análisis del estallido y del primer plebiscito constitucional.

La Nueva Mayoría no podría haber logrado lo que ha alcanzado el gobierno de Boric, pues Bachelet nunca consiguió alinear a la DC: al 2021 la alianza se había desintegrado. Con sus partidos muy debilitados, no podía ganarle a la derecha. Boric logró derrotar a Kast, crear y mantener cohesionada una alianza de gobierno y sumar puntualmente a la DC. También logró unir política y electoralmente a la izquierda y centroizquierda. Finalmente, ha  echado las bases de un proyecto post socialdemócrata que ha incluido al PC y la agenda de quienes buscan un nuevo modelo de desarrollo. Con ello ha podido afirmarse en un 30% de apoyo, que es una buena base para disputar las próximas elecciones.

 
 
 

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