LA NUEVA ULTRADERECHA, un fenómeno nacional y mundial.
- Hugo Calderón M.
- hace 4 días
- 9 Min. de lectura
1. Características de la nueva Ultraderecha
La nueva Ultra Derecha (NUD) es un movimiento ideológico, cultural y político mundial heterogéneo, que busca destruir las democracias liberales desde su interior, utilizando estrategias que disimulan la esencia de su agenda radical bajo un discurso semi democrático pero de radicalización sistemática.
A diferencia de la vieja extrema derecha, esta nueva corriente evita efectuar referencias directas al fascismo clásico y emplea un lenguaje elaborado que apela a los miedos y frustraciones de sectores amplios de la población.
Muchos ciudadanos sienten que las elites liberales y democráticas han ignorado sus preocupaciones, especialmente sobre la inmigración, la delincuencia, las desigualdades y las pérdidas de distinto tipo que ha traído aparejada la globalización.
Los partidos políticos democráticos han demostrado no ser eficientes para dar solución rápida a las demandas sociales más sentidas. La tramitación casi infinita de proyectos de ley, que son postergados a la hora de buscar acuerdos y desmembrados en sus objetivos iniciales, son un ejemplo de lo débil que está funcionando la democracia y lo difícil que es resolver problemas como la delincuencia, el narcotráfico, la migración, el alza de los precios, y muchos otros, que tienen un origen supranacional.
Las causas del auge de la Nueva Ultra Derecha están profundamente arraigadas en cuatro "D": Desconfianza, Desafección, Desigualdad y Desarraigo cultural.
La desconfianza con el otro, desconfianza social y política.
La desafección respecto a la propia realidad social, familiar y biográfica.
La desigualdad como una realidad social del entorno, donde trabajar duro ya no asegura bienestar social.
El desarraigo cultural de una sociedad globalizada, donde las redes sociales construyen opinión en base a imágenes y noticias falsas.
Los movimientos de la NUD explotan estas emociones a través de narrativas negativas que conectan con un sentimiento de exclusión de las clases trabajadoras y medias.
La NUD radical no es un fenómeno aislado, sino componente de un proceso que se viene incorporando al sentido común de la sociedad ("mainstreaming") que se ha incrustado en los sistemas democráticos y penetra a los sectores populares, las clases medias y las instituciones. En este nuevo escenario, las clases altas ven una oportunidad de consolidar sus privilegios canalizando las críticas ciudadanas hacia la élite política, o la llamada casta.
Este populismo radical se alimenta de las crisis económicas, ambientales, culturales y políticas, que la élite tradicional no ha podido solucionar y utiliza una retórica demagógica de "nosotros contra ellos".
Sus características distintivas son:
Uso de conceptos culturales y mensajes meta-políticos: En lugar de centrarse exclusivamente en políticas concretas, la nueva Ultraderecha se enfoca en cambiar el sentido común de la conversación cotidiana para preparar el terreno ideológico a sus propuestas etno- nacionalistas, violentas y excluyentes.
Énfasis en la identidad: Este movimiento se presenta como defensor de la identidad cultural o nacional, lo que conlleva una exclusión de grupos considerados "ajenos" o “amenazantes” (los zurdos, comunistas, anti patriotas, disidencias sexuales, animalistas).
Un uso manipulado del concepto “libertad”: Contrapone el concepto de libertad individual, frente al concepto de democracia que, con sus normativas de convivencia social, limitaría el desarrollo de la libertad individual. Este es un eje conceptual central en su ataque a la democracia y se utiliza con el fin de asegurar que aquellos que cuentan con los recursos, puedan hacer lo que quieran, más allá de las leyes, las instituciones y el bien común.
Victimización: Utiliza un discurso polarizante donde se intenta presentar a las comunidades tradicionales del campo, las religiosas y las familiares como víctimas de elites corruptas, de los migrantes y las minorías “ideologizadas”(feministas, ambientalistas, izquierdistas, etc), que descalifica bajo un concepto amplio de “wokismo” o “comunismo”.
Coordinación mundial: Construye una estructura de coordinación mundial para potenciar sus discursos, narrativas y experiencias, y también para financiar a sus agitadores.
Rol de la plutocracia tecnológica: Los multibillonarios del circuito tecnológico de EEUU apoyan la narrativa que contrapone libertad individual a democracia representativa, y buscan a través del control de la información por medio de las plataformas tecnológicas y de las redes sociales, sustituir la soberanía popular. En ese sentido, son un apoyo fundamental a las narrativas de la NUD como ha confesado recientemente E. Musk en el apoyo a la campaña de Trump, AfD en Alemania y otros países.
2. La Radicalización del Conservadurismo
Uno de los peligros mayores de la NUD es el impacto en los partidos conservadores tradicionales, que adoptan elementos de aquellos para mantener su relevancia política-electoral. Este proceso de radicalización incluye:
-Normalización de los discursos extremistas, pues al adoptar sus retóricas, los partidos conservadores desplazan el consenso político hacia posiciones antidemocráticas.
- Aprovechamiento de crisis: Las crisis migratorias, económicas, de seguridad y de salud pública son utilizadas por la NUD para arrastrar a las fuerzas conservadoras a justificar políticas excluyentes y autoritarias.
- Estrategias comunicativas: La NUD utiliza con habilidad las redes sociales y los medios digitales para amplificar sus mensajes, empleando Bots, memes y otras herramientas visuales que simplifican y viralizan ideas complejas. También representantes del conservadurismo democrático son objetivos a descalificar por parte de su propaganda.
3. El Movimiento Identitario
El movimiento identitario es una de las expresiones más visibles de la nueva extrema derecha. Este grupo combina elementos de activismo juvenil con una estética moderna, haciéndolo particularmente atractivo para las generaciones más jóvenes.
Los objetivos principales de los identitarios incluyen:
Protección de la "cultura dominante” (predominante de raza blanca y de origen europeo). En el caso específico europeo, rechazan la inmigración masiva y abogan por una "Europa para los europeos". En el caso americano, retratan a los inmigrantes como “delincuentes” que atentan contra la sociedad y sus valores.
Rechazo del multiculturalismo: Consideran que las sociedades multiculturales son una amenaza para la cohesión social y la propia identidad cultural.
Acciones de alto impacto mediático: Sus protestas y campañas están diseñadas para generar atención en los medios tradicionales y especialmente en las plataformas digitales, con el objetivo de generar agitación política y noticias rimbombantes cotidianas.
4. Las tácticas comunicativas y propaganda de la nueva ultra derecha
Lenguaje de origen fascista: Emplea términos ambiguos que permiten interpretaciones diversas, radicalizando el lenguaje según el grado de aceptación ciudadana.
Humor y sarcasmo: Los memes y el humor irónico son herramientas para difundir mensajes de odio de manera disimulada y oblicua.
Ataques personalizados: Utilizan campañas de acoso digital contra oponentes políticos y figuras públicas que desafían su narrativa.
5. Riesgos y Desafíos para la Democracia
La erosión de valores democráticos y la alteración del debate público: La constante tensión entre libertad de expresión y discurso de odio, genera dilemas legales y éticos que tensan la sociedad abierta o democrática, rebajando el nivel del debate público.
La fragmentación social: El discurso polarizante fomenta la desconfianza entre diferentes grupos de la sociedad y obstaculiza la creación de consensos nacionales.
• Legitimación de la violencia institucional y civil: La retórica violenta, basada en descalificaciones e insultos degradantes, a veces en un lenguaje coloquial, generan una violencia “virtual” en las redes sociales y en el debate público, primer paso para legitimar la violencia física.
6. Propuestas para contrarrestar esta estrategia ultraderechista
La educación cívica: Fomentar el pensamiento crítico y los valores democráticos y de tolerancia en los lugares de trabajo, escuelas, universidades, centros sociales y sindicatos, especialmente dirigido a los jóvenes, para que puedan identificar y cuestionar narrativas extremistas, excluyentes y de negacionismo histórico o climático.
La regulación de las plataformas digitales: Exigir responsabilidad legal a las compañías tecnológicas en la moderación de contenidos que exalten la violencia y la segregación.
Refuerzo del periodismo veraz y de calidad: Apoyar medios que ofrezcan información objetiva y desmonten la propagación de las fake news.
Fomento de actividades artísticas, culturales, científicas y deportivas: Estas permiten y legitiman la convivencia de diversidades étnicas, sociales, culturales y de género, reforzando el “sentido común” de la convivencia y de la vida en común, propia de la sociedad plural y democrática.
Generar barreras políticas, culturales y legales entre los actores de la sociedad democrática frente a las expresiones político-partidistas de la extrema derecha, como “cordones sanitarios” o “muros de contención” y desenmascaramiento sistemático de sus narrativas polarizantes, su lenguaje insultante y sus falsedades.
7.- La narrativa de la nueva ultra derecha y el negacionismo histórico y climático en el caso chileno.
La pérdida del concepto de transformación: En una situación similar a la de otros países, en Chile se han hecho evidente las difernecias entre la NUD y el progresismo. Este último defiende las instituciones (democráticas) y la continuidad institucional, y la ultraderecha promueve una transformación radical para combatir la criminalidad y “la amenaza a la libertad”(individual).
La NUD intenta representar el cambio, la novedad; el progresismo ha perdido el liderazgo en encabezar la esperanza y la opción real de un cambio positivo de la sociedad. Es urgente recuperar la aspiración de cambio y de transformación.
Respecto a la defensa del medio ambiente, existe el peligro de que este aparezca ante la sociedad como un freno al crecimiento económico (el debate sobre la “permisología” por un lado y/o tomarlo como “preocupación de los ricos”, por el otro). En ese sentido, la defensa de la biodiversidad y las medidas para enfrentar el calentamiento global no deben aparecer como una idea de elite. Por eso no debe centrarse en la electromovilidad individual (los autos eléctricos son caros y prohibitivos para la mayoría de la población). Se necesita una narrativa que le otorgue sentido a las mayorías, como por ejemplo: “transporte gratuito en las grandes ciudades”.
Los pobres pagan más por la energía y los “productos sanos”. La ultraderecha intenta ser vocera de los perdedores de la globalización, los trabajadores y especialmente los trabajadores aspiracionales del sector informal.
La transformación productiva y la descarbonización cuestan dinero. La ultraderecha abre un debate sobre los impuestos: si eres emprendedor, el gobierno te roba a través de los impuestos. Este es el discurso preferido de la ultraderecha. La necesaria reforma tributaria se presenta como “robo al contribuyente” ( y no como un posible financiamiento al Estado social o “de cuidados”). Se trata entonces de invertir este falso argumento y poner el acento en la necesidad de crear nuevos empleos, seguridad y bienestar para todos, con un Estado moderno y eficiente, erradicando la corrupción.
El progresismo ha defendido el libre comercio (que ha generado crecimiento pero también desigualdad y que está siendo cuestionado por la ola proteccionista.) La NUD es aparentemente “soberanista”, contraria al multilateralismo y la ONU. Es necesario -de acuerdo al nuevo contexto mundial, replantear la política de inserción comercial de Chile en un marco proteccionista, de guerra arancelaria y de ruptura del orden legal multilateral, como de la deslegitimación del sistema de Naciones Unidas.
¿Dónde ataca la ultraderecha? Contra la agenda 2030 de Naciones Unidas, la “ideología del clima” como la denomina; es, decir, contra la justicia social global. También lo hace contra la “ideología de género”; es decir, contra los derechos de las mujeres y el respeto a las minorías. Y contra la cooperación internacional y la ayuda social a los países más pobres. A la vez que, especialmente, actúa contra las políticas de memoria, del desconocimiento de los derechos conquistados, particularmente de los derechos humanos y a favor de la impunidad a los perpetradores de crímenes de lesa humanidad.
La ultraderecha está a favor de la ley del más fuerte y contra este matonaje ideológico y político, se debe fortalecer una amplia alianza nacional y global.
Existe por otro lado, un colapso de la comunicación sobre clima (a pesar del avance de las energías renovables en todo el mundo, incluso en EEUU). Los últimos acontecimientos de clima extremo y de grandes incendios en Chile, Canadá y California, como las inundaciones en España y el Asia, no se reflejan de forma adecuadas en los medios de comunicación, ni en el aumento de la conciencia ambiental. 2024 superó la línea roja de aumento de 1.5 grados por primera vez en el planeta, pero esto no genera la correcta reacción de los gobiernos ni el avance urgente en la agenda verde.
Por eso la agenda verde debe combinarse con el rechazo a la NUD.
Esta conexión es importante, porque el destino de la democracia y la lucha por frenar el calentamiento global, son componentes inseparables de la lucha por detener el avance del negacionismo climático y la amenaza a la democracia que representa a NUD.
Enfrentar la contramarea cultural y política contra la democracia, la justicia social y el calentamiento global es una tarea íntimamente relacionada. Para esto hay que construir una narrativa y una estrategia comunicacional que le haga sentido a las grandes mayorías, especialmente a los jóvenes y a los más desposeídos.
8. Una narrativa convocante:
Una narrativa convocante debe estar basada en una oferta de transformación real de la economía, con un impacto social medible y sostenible, y con una apelación a emociones positivas, que movilicen a todos los segmentos de la sociedad.
Un discurso solo de defensa de las instituciones democráticas no basta para reencantar al electorado, ya desmotivado por las limitaciones en la mejora de sus condiciones de vida.
Algunos ejes a proponer son: empleo, combate a la criminalidad, crecimiento verde con respeto al medio ambiente, libertad y derechos humanos, derechos de la mujer y de minorías, bienestar y Estado social de cuidados.
El debate está abierto y se necesita mucha creatividad y una firme decisión para derrotar y superar la ola regresiva.
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